La reserva cognitiva y el rendimiento neuropsicológico

La reserva cognitiva, es un constructo neuropsicológico que permite explicar la disparidad que frecuentemente encontramos entre grado de patología cerebral y síntomas clínicos. Personas con un nivel educativo alto o una actividad intelectual continuada tienen mayor reserva cognitiva. La reserva cognitiva intenta “compensar” los daños neurodegenerativos usando procesos cognitivos preexistentes, de manera que ante el mismo daño los sujetos con una reserva cognitiva mayor tendrán mejor rendimiento en las pruebas neuropsicológicas. Es importante destacar que la reserva cognitiva se acumula durante todo el periodo vital, no únicamente en las primeras décadas de vida. De ahí la importancia de mantenerse intelectualmente activo siempre.
La estimulación cognitiva, por una parte contribuye a aumentar la reserva cognitiva, y por otra ayuda a mantenernos mentalmente en forma y actuando de forma preventiva contra la enfermedad de Alzheimer.
La reserva cognitiva se podría utilizar como indicador premórbido de rendimiento normal en las pruebas neuropsicológicas, con el fin de clasificar a los sujetos de una forma más precisa (no únicamente teniendo en cuenta su edad).
El poster que presentó Marina Ávila, neuropsicóloga de la Unidad de Investigación Proyecto Alzheimer de la Fundación CIEN, en la LXV Reunión Anual de la Sociedad Española de Neurología (SEN) muestra el nuevo cuestionario que se está valorando para poder estudiar mejor la reserva cognitiva de los voluntarios del Proyecto Vallecas para poder compararlos con los datos que se obtengan.
El Proyecto Vallecas es uno de los estudios más relevantes realizado en nuestro país, centrado en el diagnóstico precoz de la enfermedad de Alzheimer en el participan 1.200 voluntarios entre 70 y 85 años cognitivamente sanos a los que se les realiza una valoración médica, una valoración neurológica, una exploración física, pruebas neuropsicológicas, una extracción de sangre y una resonancia magnética sin contraste. A 21 de los sujetos participantes en el Proyecto Vallecas se les suministró el cuestionario elaborado por el grupo de neuropsicólogos con el fin de medir su reserva cognitiva. “Nos dimos cuenta de que los cuestionarios para la medida de reserva cognitiva que hay actualmente se centraban en los datos académicos y las variables sociodemográficas, así que hemos tenido que diseñar nuestro propio cuestionario que incorpore también información biográfica como la educación, la ocupación laboral, estresores y ansiedad, la actividad física, la salud, la alimentación, el ocio y la actividad social, además se les pregunta en tres etapas del ciclo vital de la persona la primera entre 10 y 29 años, la segunda entre 30 y 64 años y con mas de 65 años”.
“Estamos comenzando a realizar la evaluación y tan solo hemos realizado 21 cuestionarios pero ya hemos podido apreciar como hay una relación entre mayor reserva cognitiva y mejor aprendizaje verbal, incluso solo con un mayor numero de actividades cotidianas y de ocio a partir de los 30 años ya hemos apreciado esa mejoría. Lo que significaría que la estimulación, mantenerse activo, relacionarse con los demás, realizar actividades de ocio y cultura ayudarían a retrasar el deterioro cognitivo”.
“Continuaremos pasando este cuestionario a más personas para tener resultados más consistentes y relacionarlo con los resultados que se obtengan de la resonancia magnética con la volumetría del hipocampo. Así podríamos constituir un mejor cuestionario para valorar la reserva cognitiva y adaptarlo a los diferentes niveles educativos, el conocimiento adquirido, el trabajo que han realizado y las experiencias vividas”.
En opinión de Marina Ávila este estudio permitiría ayudar en el diagnostico clínico y concienciar a las personas de la importancia que tiene mantenerse activo y realizar actividades de ocio, ya que permite tener más estrategias adaptativas y retrasar los síntomas de la demencia.
En la reunión de la SEN hemos notado un gran interés por parte de los neurólogos y psicólogos de poder contar con un cuestionario más preciso para evaluar la reserva cognitiva.
El estudio se ha llevado a cabo por Marina Ávila Villanueva, Miguel A. Fernández Blázquez, María Ascensión Zea Sevilla, Belén Frades Payo, Meritxel Valentí y Pablo Martínez Martín de la Unidad de Investigación del Centro Alzheimer. Fundación Reina Sofía. Fundación Centro de Investigación de Enfermedades Neurológicas (CIEN). Instituto de Salud Carlos III y de CIBERNED.